'Mi carta de agradecimiento', Sebastián García

   Con el paso de los días, uno va aclarando la cabeza y va permitiéndose disfrutar del trabajo realizado y, por sobre todo, de la experiencia que esta temporada nos ha dejado. Me fue muy difícil asimilar que te feliciten cuando habíamos perdido el último partido de local quedando eliminados del torneo, ya que la lógica exitista en la que viven los deportes profesionales no condicen con esta situación. Sin embargo, creo que la sensación final es justamente esa, de felicidad y satisfacción. Por una cuestión de edad, no pude vivir en carne propia la época en la que el Club Cinco Saltos fue protagonista y precursor de este deporte en la región al igual que a nivel nacional. Solo el ver los rostros nostálgicos y emocionados de los que vivieron esa etapa me hacen dar cuenta que fue increíble. Ver a toda la ciudad hablando y viviendo básquet en las calles es algo impagable.



   Agradezco enormemente al grupo de dirigentes que preside el señor Darío Larramendy y a su familia, por haberme dado esta enorme posibilidad de volver al club, en el cual me enamore de este deporte hace 30 años. Por otorgarme la absoluta libertad de tomar decisiones deportivas para tratar de formar el mejor equipo que podíamos armar, por haber respetado estas decisiones y confiado en mí. A las familias Gutierrez, Gonzaga, Bordi, Belli, Pujo, Apablaza, Suane, Ceña, Tecles, Ponce, Heredia y Urbano que estuvieron siempre a disposición y poniéndole el cuerpo, día a día, a los requerimientos que tiene afrontar una competencia de esta magnitud. A mi primer entrenador, el señor Julio Castaño, por haberme enseñado tantas cosas que me marcaron para toda la vida al igual que mi profesor, Julio Báez Alegre, que siempre me aconsejó y acompañó. A ambos les agradezco que, en mi infancia y adolescencia, me hicieran ver que, en el básquet y en la educación física, estaba lo que yo quería para el resto de mi vida e, increíblemente, esta temporada los pude ver en la cancha alentándome y acompañando. También, a mi amigo Ricardo Uribe, que a pesar de estar tan cerca, me hubiera gustado compartir más tiempo juntos y a mi hermano de la vida, Gerardo Cagnolo, que, seguramente, desde el cielo, estaba acompañando la campaña de su 'Tricolor' querido.
   
   A mis hermanas, Belén y María José, a mis sobrinas/os y cuñado, que se pusieron tan felices como yo cuando les conté que iba a trabajar en el club. A mi hermano, Diego, y su mujer que, desde lejos, han compartido la felicidad de estar nuevamente en el club. A mi familia en Roca que me acompañó y acompaña siempre en cada temporada. Al cuerpo técnico que me bancó en esta etapa, al incansable guardaespaldas, Seba Alonso, al profe, Seba Ferrer, a la doctora Guillermina Gómez, a Julieta Jacobo en la parte psicológica y a Ricardo Auada, el kinesiólogo. A todos gracias por el apoyo incondicional. Los jugadores, que se dejaron dirigir, que entendieron y ejecutaron, con aciertos y errores, lo que uno, como entrenador, les pidió, transmitiendo en gran parte de los partidos, la actitud y sacrificio que necesitábamos para ser competitivos. A los jugadores, que aún sabiendo que no iban a ser tenidos en cuenta, entrenaron como uno más, siempre al máximo. A toda la gente estuvo en los partidos de local y, en gran número, cuando nos tocó jugar de visitante. El aplauso en el final de cada uno de los encuentros, sin importar el haber ganado o perdido, fue el gran aliciente que uno se lleva en esta temporada. 

   Además, a mi viejo, que estuvo sentado en cada uno de los partidos apoyándome, y dándome, al final de cada uno, los abrazos más hermosos que recuerdo, siempre emocionado hasta las lágrimas. Por último, pero principal, agradecerle a mis tres amores, que sin ellos nada tiene sentido: mi señora Érica, y mis dos hermosos hijos, Santi y Alejo, que se soportaron que llegue todos los días pasadas las doce de la noche, resignando fines de semana y mucho tiempo, pero siempre bancándome en lo que es mi trabajo y pasión.


   Ha sido una temporada que he disfrutado increíblemente; ojalá sea la primera de muchas más, ya que se ha generado un conjunto de cosas que la hacen inolvidable. Es el mejor ejemplo que he vivido para explicar lo fundamental que es la frase: “el proceso es más importante que el resultado”. 
   

   Gracias por hacerme mejor entrenador, y sobre todo, mejor persona.








Comentarios

  1. Se nota el sentimiento hacia el club y la gente. Jugué en Cinco Saltos en los 80...conocí y jugué con Gerardo Cagnolo, gran amigo. Comparti partidos junto con Gustavo orona..y tengo excelentes recuerdos de esa época en el club que era para mi una familia...gracias por tus palabras y éxitos en lo que viene!

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  2. Seba quería hacerte llegar las felicitaciones en primer lugar mías, y en segundo lugar de todos los integrantes de la Asociación Alto Valle por ser uno de los precursores de poner el basquet de Cinco Saltos y del Alto Valle en el candelero nacional. Felicitaciones por el enorme trabajo realizado para vos, el cuerpo técnico, jugadores y directivos!!!!!!!

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